20 mayo 2019

Barcelona se sitúa entre las ciudades más comprometidas con la movilidad sostenible por la gran red ciclista o el aumento de zonas peatonales


Foto: 25/04/2010. Barcelona, España Performance Greenpeace antinuclear en el dia de la Fira de la Terra (Feria de la Tierra) ©Greenpeace/Josep Lago

Ranking de Movilidad Urbana en España 2019

  • Barcelona está reduciendo el uso del coche en favor de modos limpios, tras varios años de políticas en favor de la movilidad peatonal, una gran red ciclista y la nueva red ortogonal de autobús
  • La organización ecologista ha analizado el grado de compromiso con la movilidad sostenible de doce ciudades evaluando el grado de cumplimiento de sus propios Planes de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS)
  • En esta semana de elecciones municipales, Greenpeace recuerda la importancia de la movilidad sostenible que prioriza a las personas frente al transporte privado

Barcelona, 20 de mayo de 2019.- La movilidad de Barcelona puede ser un ejemplo para otras ciudades españolas. Esa sería una de las conclusiones del análisis encargado por Greenpeace sobre doce ciudades españolas (Albacete, Barcelona, Bilbao, Madrid, Málaga, Murcia, Palma, Pamplona, Santiago de Compostela, Sevilla, Valencia y Zaragoza) con el objetivo de evaluar el grado de compromiso de sus ayuntamientos con respecto a sus propios Planes de Movilidad, comparando varios indicadores relacionados con su oferta de transporte público, su red de vías ciclistas y calles peatonales o su nivel de contaminación y ruido, entre otros.

Barcelona es la tercera ciudad mejor valorada de este ránking con una puntuación de 6,5 sobre 10, solo por detrás de Bilbao (6,9) y Valencia (6,6). Estas tres ciudades destacan por una apuesta decidida por los modos sostenibles, con medidas de gran calado que están permitiendo reducir el uso del coche y mejorar la calidad de vida de su ciudadanía.

La capital catalana alcanza el tercer puesto gracias a sus políticas en favor de la movilidad peatonal, la bicicleta y el transporte público en una de las áreas metropolitanas más densas de Europa. En los últimos años Barcelona ha experimentado cambios de gran calado como la extensión y mejora de la red de carriles bici o la extensión de una nueva red ortogonal de autobuses. También se ha comenzado la implantación del modelo de 'supermanzanas', una actuación ejemplar destinada a cambiar la relación de la ciudadanía con sus calles.

Pese a las buenas cifras, el abuso del coche sigue afectando a la habitabilidad de la ciudad con niveles de ruido, contaminación y accidentalidad todavía inaceptables. Medidas como la Zona de Bajas Emisiones han contribuido a mitigar los casos más graves. Pero todavía se necesita reducir aún más el espacio al coche, especialmente en aquellas avenidas que funcionan casi como como autopistas en el centro de la ciudad por la elevada velocidad e intensidad del tráfico.

Tras finalizar el horizonte temporal del Plan de Movilidad Urbana 2013-2018, Barcelona se enfrenta a la redacción del nuevo PMU con algunas carencias históricas, como la unión del tranvía por la Diagonal, la excesiva presencia de motos en aceras y la difícil gestión de la movilidad ligada al turismo. Sin embargo, el camino emprendido en la mejora de la movilidad la sitúa entre las ciudades más preparadas en esta materia.

En el otro extremo del ranking, las peores posiciones son para Albacete (3,7) y Santiago (4,4), donde, pese a ser ciudades pequeñas, se abusa del coche para trayectos cortos, fácilmente realizables andando o en bicicleta.

Sevilla y Madrid obtienen una puntuación intermedia de 5,9 puntos. La ciudad andaluza destaca por sus buenos índices en los desplazamientos a pie y en bicicleta, mientras que Madrid ha lanzado buenas medidas como el Protocolo Anticontaminación o 'Madrid Central'. Le siguen en la clasificación Zaragoza (5,5), Málaga (5,2) y ya en suspenso Murcia (4,8), Pamplona (4,6) y Palma (4,6).

Ciudades para las personas: el reto de la movilidad sostenible

Hace un año Greenpeace lanzó a diez ciudades (Albacete, Barcelona, Madrid, Palma, Pamplona, Santiago de Compostela, Sevilla, Soria, Valencia y Zaragoza) el reto de convertirse en "Ciudad Neopolitan" y ser así pioneras de una revolución urbana que hiciera sus municipios más sostenibles y mejorase la calidad de vida de sus habitantes, como una herramienta para luchar contra el cambio climático y la pérdida de biodiversidad. Para ello, debían poner en marcha cambios sustanciales en aspectos tan críticos para una ciudad como la gestión de residuos, la eliminación de plásticos de un solo uso, la contaminación, la movilidad sostenible o la alimentación.

"Las ciudades deben asumir los retos planteados en materia de movilidad sostenible tomando medidas valientes que pongan a los peatones -y no a los coches- en el centro de sus políticas, tal y como describen en sus propios Planes de Movilidad Urbana." ha declarado Adrián Fernández, Responsable de Movilidad de Greenpeace.

Con estos resultados, y dada la importancia que tienen hoy por hoy las ciudades en la lucha contra el cambio climático, Greenpeace demanda que las ciudades deben ser pioneras en la movilidad urbana sostenible. A las puertas de las elecciones autonómicas y municipales, Greenpeace exige responsabilidad a los grupos políticos y critica especialmente las posturas que abogan por eliminar medidas ya en marcha como 'Madrid Central', las 'Supermanzanas' de Barcelona o los carriles bici de Valencia, las cuales son necesarias para lograr los objetivos de sostenibilidad en las ciudades propuestos por Greenpeace.

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Fuente Greenpeace España

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